lunes, 9 de junio de 2014

Teatro en la Edad Contemporánea, el teatro de nuestros días




El teatro contemporáneo es el teatro del expresionismo, su apogeo se dio en las dos primeras décadas del siglo XX, sobre todo en Alemania; se caracteriza por la exageración y distorsión; además de un uso tentador de la luz y la sombra. Lo que pretende no es hacer que el público se identifique con lo que está presenciando, sino que reflexione acerca de las problemáticas que se presentan.


Bertolt Brech fue uno de los alemanes que tuvo su aportación en el teatro, él creía que el teatro podía educar y cambiar a la sociedad, por lo cual debía ser político. Brech desarrollo un tipo de teatro llamado teatro épico, este consiste en lograr un efecto de distanciamiento en lugar de una identificación emocional; para lograrlo se hace uso de elementos musicales, el desdoblamiento del actor (un actor puede interpretar varios papeles), la utilización de personajes genéricos (los personajes no tiene nombre propio sino que se les llama por él, ella, un o dos), la incorporación del público a la acción.

Otro de los autores que aporto al teatro contemporáneo es el rumano Eugène Ionesco quien es considerado el padre del teatro de lo absurdo; sus obras son por lo general de un acto, los temas que abarca son los relacionados con lo absurdo de la existencia, la enajenación e impotencia humanas, el miedo a la muerte, la incapacidad del lenguaje como un medio de comunicación efectivo. Ionesco rechaza el teatro realista y el psicológico, pero utiliza las ideas de Sigmund Freud para explorar el subconsciente y los sueños.

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